AGUSTÍN LAGUNA
La Dirección General de Igualdad,
Mujer y Juventud convocó este año el X Campo de Trabajo Internacional ‘Cambera
de moros’, para desarrollarse durante la segunda quincena del mes de agosto.
El objetivo era el mantenimiento y
limpieza de la calzada, desbroce de caminos, cateleria, señalización,
asentamiento de la calzada, recuperación de accesos a la calzada y su puesta en
valor. Esta experiencia viene desarrollándose desde 2000,
combinando el aprendizaje del método de investigación y tratamiento de
materiales en la arqueología con valores humanos como la convivencia, la
capacidad de compartir y la generosidad en el trabajo.
El proyecto incluye la puesta en valor, limpieza y consolidación integral de la calzada
La Cambera
de los Moros
Está situada en el Valle de
Valdáliga, entre San Vicente del Monte y Bustriguado. Es un camino enlosado
atribuido al periodo romano o medieval. Este camino cayó en desuso en el siglo
XVI, cuando comenzó la construcción del Camino Real, que hoy atraviesa el fondo
del valle.
Dada
la importancia de este enclave se abordó una actuación arqueológica que además
contemplaba la rehabilitación y consolidación de la calzada. El proyecto se
inició en el año 2000 bajo la fórmula de los Campos de Trabajo Internacionales
promovidos por el Ayuntamiento de Valdáliga y la Dirección General de Igualdad,
Mujer y Juventud.
Dado
el carácter de este tipo de intervención, suponía un largo plazo para cumplir
los objetivos de limpieza integral del todo el tramo en la ladera norte de la
Sierra del Escudo. Así que se propuso desde la Junta Vecinal de San Vicente del
Monte abordar un proyecto de mayor envergadura que lograra los objetivos en una
sola intervención. La ejecución de este proyecto ha supuesto un concienzudo
trabajo gracias al cual se ha puesto al descubierto la mayor parte de la
calzada en la Sierra del Escudo.
La
intervención arqueológica se orientó a la conservación del enlosado que sufre
numerosas patologías. Fue necesario eliminar los aportes de ladera, consolidar
y restablecer el drenaje superficial del enlosado. Desgraciadamente muchos
tramos se han perdido o deteriorado por la fuerte erosión, argayos y
corrimientos de tierras (procesos de ladera).
Los campos internacionales de trabajo llegan a su décima edición
La
Cambera de los Moros tiene un trazado en zig-zag con una pendiente media del
16%, con el objetivo de salvar el evidente desnivel de la zona. Se conservan
unos 2.071 metros que aparecen de forma intermitente a lo largo del recorrido.
Así 756 metros están enlosados, 398 metros son difusos, 908 metros se
encuentran en tierra y 6 sobre roca.
Grandes losas de arenisca forman este
piso irregular y numerosas huellas de desgaste indican el intenso tránsito de
animales de carga herrados, que soportó el camino en épocas pasadas.
Durante los trabajos se han hallado
materiales arqueológicos. De todos ellos destacan pequeños fragmentos de
cerámica medieval y moderna. También se ha realizado un análisis de datación a
un árbol que creció sobre la calzada, cuyo estudio ha ayudado a determinar el
siglo XVI, como fecha de abandono de la calzada.
El Campo de Trabajo no solo acoge
actividades de trabajos específicos sobre la Cambera de los Moros, sino que se
organizan actividades de tiempo libre. Entre ellas destacan la visita a las
Cuevas de Altamira, El Soplao y Santillana del Mar, San Vicente de la Barquera,
Comillas, Santander y la Llasca de los Moros en Bustriguado; la práctica de
piragua en la playa de Comillas, bolo montañés, fiestas de disfraces, cena romana
y animadas veladas nocturnas y otras actividades que apenas han dejado tiempo
libre para los participantes.
Centro de Interpretación
Situado junto al albergue juvenil de
San Vicente del Monte, es un lugar que permite, mediante paneles,
reproducciones de instrumentos topográficos y una lograda máquina elevadora, mostrar las diferentes
técnicas utilizadas en la construcción de la calzada.
El entorno sobre el que yace la
Cambera de los Moros, se sitúa en un paraje envidiable cubierto por landas
atlánticas. Entre ellos destacan pequeñas manchas de bosque autóctono y
ejemplares aislados de alisos, robles, fresnos, castaños y hayas.
Su trazado en pendiente y el tamaño
de las piedras llama la atención del visitante. Una perfecta señalización a lo
largo de este recorrido circular, nos permite disfrutar de una parte de la
Sierra del Escudo, que transcurre por pastizales entre brezos y escajos.
Un esfuerzo que se ve recompensado
por las impresionantes vistas a lo largo del recorrido.
FOTOS; Agustín Laguna y Dirección General de Igualdad, Mujer y Juventud.
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