viernes, 24 de octubre de 2014

Bocados de mar y tierra con vocación de inolvidables


Así es la auténtica gastronomía de las Villas Marineras. Un baluarte de los atractivos que reúnen estos diez privilegiados enclaves del Cantábrico para seducir irreversiblemente a sus visitantes. Una tradición en constante evolución hacia nuevas propuestas que nunca descuida la autenticidad de una cocina encumbrada a partir de sacar el máximo partido a pescados de inigualable frescura que los hace únicos. Ingredientes infalibles para una exitosa experiencia que ha reunido en los fogones las culturas gastronómicas cántabra, asturiana y gallegas para brindar una degustación memorable. Con el sello de calidad de Villas Marineras.


La alianza entre los chefs José Molleda del Restaurante Las Redes, de San Vicente de la Barquera, y de Ricardo Sotres, del Restaurante El Retiro de Pancar, en Llanes, en perfecta sincronización con los alumnos del Departamento de Hostelería del IES Fuente Fresnedo de Laredo, han convertido el comedor del centro educativo en un templo de exaltación de las bondades culinarias de unos enclaves descaradamente asomados al mar. Laredo, Santoña, San Vicente de la Barquera, Llanes, Ribadesella, Cudillero, Viveiro, Ortigueira, Sanxenxo y Baiona alardean de unas materias primas capaces de entusiasmar a quienes hacen del buen comer una sana filosofía de vida.


 Así ha quedado de manifiesto en el II Intercambio Gastronómico promovido por la Asociación de Villas Marineras, que ha congregado a una treintena de comensales para dar buena cuenta de un suculento menú elaborado a partir de exquisiteces marinas servidas explotando todo su potencial de sabor. De fondo, la intención deliberada de reivindicar una de las fortalezas que caracterizan a unos destinos empeñados en desplegar sus mejores recursos ante unos viajeros cada vez más exigentes. Todo ello con la apuesta por permitir que las futuras generaciones de cocineros compartan responsabilidad y acierto con auténticas estrellas que siempre agradecen este tipo de retos en el que retroceden a sus etapas formativas. La marea de aplausos cosechada al término de su exhibición no ha dejado lugar a dudas: alumnos y maestros han estado de sobresaliente.


 El presidente de Villas Marineras y alcalde de Laredo, Ángel Vega, ha dado la bienvenida a los representantes de medios de comunicación y de distintas entidades vinculadas con el ámbito marinero que se han convertido en complacidos protagonistas de una experiencia plena de disfrutes gustativos. En el acto han comparecido el alcalde de San Vicente de la Barquera y presidente de la Federación de Municipios de Cantabria, Julián Vélez, la alcaldesa de Santoña y presidenta del Grupo de Acción Costera Oriental, Mila Rozadilla, la directora de la Oficina de Calidad Alimentaria, Mari Cruz Fuentes, y la directora del IES Fuente Fresnedo de Laredo, Marisa Brugera.
También han participado concejales de Laredo, Santoña, San Vicente de la Barquera, Ribadesella, Llanes y Ortigueira, así como representantes de la Cofradía de Pescadores de San Martín,  Marina de Laredo, el Salón Náutico y del Mar, la Asociación de Restaurantes de Llanes, la Asociación de Empresarios de Laredo –ACELAR-, en un encuentro coordinado por la concejal de Turismo y Festejos de Laredo, Laura Recio. Todos han coincidido en destacar el acierto de una iniciativa que arrancó el pasado mes de marzo en Sanxenxo y que tiene previsto culminar en los próximos meses en Llanes en una entrega igualmente repleta de alicientes. El recinto ha sido decorado con un bodegón en el que se han mostrado algunas de las exquisiteces que ya forman parte de la tarjeta de visita de las distintas Villas Marineras. Un pequeño cóctel de bienvenida ha dado paso a un festival de sorpresas gustativas que ha desatado los elogios de todos los congregados.


Las anchoas del Cantábrico han abierto el baile como inmejorables anfitrionas de un encuentro concebido para exaltar el disfrute de placeres asequibles al paladar de todos los que recalan en estos paraísos de identidad inequívocamente marinera. Un tartar del último bonito de costera ha sostenido esa complicidad con el regusto a mar de unas delicias realzadas a base de reinterpretarse de dentro hacia fuera sin recurrir a fatuos alardes de artificialidad. Igual de sublimes han resultado el taco de dorada de caña de San Vicente con alga wakame, y los calamares con vinagreta  de chiles y jugo de fabes rojas. Todo ello regado con un Viña la Vida de cosecha laredana idóneo en los maridajes con sabor a mar. En los postres el yogurt con naranja sanguina y aceite, y la tarta de Ortigueira, han contribuido a sumar adeptos entre los más golosos asistentes a una cita nacida con vocación de continuidad. Próxima entrega en los mejores restaurantes de la Asociación de Villas Marineras.  Nacidos para enamorar.

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