Así es
la auténtica gastronomía de las Villas Marineras. Un baluarte de los atractivos
que reúnen estos diez privilegiados enclaves del Cantábrico para seducir
irreversiblemente a sus visitantes. Una tradición en constante evolución hacia
nuevas propuestas que nunca descuida la autenticidad de una cocina encumbrada a
partir de sacar el máximo partido a pescados de inigualable frescura que los
hace únicos. Ingredientes infalibles para una exitosa experiencia que ha
reunido en los fogones las culturas gastronómicas cántabra, asturiana y
gallegas para brindar una degustación memorable. Con el sello de calidad de
Villas Marineras.
La alianza entre los chefs José Molleda del
Restaurante ‘Las
Redes’, de San Vicente de la Barquera, y de Ricardo
Sotres, del Restaurante ‘El Retiro’ de Pancar, en Llanes, en perfecta sincronización con los alumnos del
Departamento de Hostelería del IES Fuente Fresnedo de Laredo, han convertido el
comedor del centro educativo en un templo de exaltación de las bondades
culinarias de unos enclaves descaradamente asomados al mar. Laredo, Santoña,
San Vicente de la Barquera, Llanes, Ribadesella, Cudillero, Viveiro,
Ortigueira, Sanxenxo y Baiona alardean de unas materias primas capaces de
entusiasmar a quienes hacen del buen comer una sana filosofía de vida.
Así ha
quedado de manifiesto en el II Intercambio Gastronómico promovido por la
Asociación de Villas Marineras, que ha congregado a una treintena de comensales
para dar buena cuenta de un suculento menú elaborado a partir de exquisiteces
marinas servidas explotando todo su potencial de sabor. De fondo, la intención
deliberada de reivindicar una de las fortalezas que caracterizan a unos destinos
empeñados en desplegar sus mejores recursos ante unos viajeros cada vez más
exigentes. Todo ello con la apuesta por permitir que las futuras generaciones
de cocineros compartan responsabilidad y acierto con auténticas estrellas que
siempre agradecen este tipo de retos en el que retroceden a sus etapas
formativas. La marea de aplausos cosechada al término de su exhibición no ha
dejado lugar a dudas: alumnos y maestros han estado de sobresaliente.
El presidente de Villas Marineras y alcalde de
Laredo, Ángel Vega, ha dado la bienvenida a los representantes de medios de
comunicación y de distintas entidades vinculadas con el ámbito marinero que se
han convertido en complacidos protagonistas de una experiencia plena de
disfrutes gustativos. En el acto han comparecido el alcalde de San Vicente de
la Barquera y presidente de la Federación de Municipios de Cantabria, Julián
Vélez, la alcaldesa de Santoña y presidenta del Grupo de Acción Costera
Oriental, Mila Rozadilla, la directora de la Oficina de Calidad Alimentaria,
Mari Cruz Fuentes, y la directora del IES Fuente Fresnedo de Laredo, Marisa
Brugera.
También han participado concejales de Laredo,
Santoña, San Vicente de la Barquera, Ribadesella, Llanes y Ortigueira, así como
representantes de la Cofradía de Pescadores de San Martín, Marina de Laredo, el Salón Náutico y del Mar,
la Asociación de Restaurantes de Llanes, la Asociación de Empresarios de Laredo
–ACELAR-, en un encuentro coordinado por la concejal de Turismo y Festejos de
Laredo, Laura Recio. Todos han coincidido en destacar el acierto de una
iniciativa que arrancó el pasado mes de marzo en Sanxenxo y que tiene previsto
culminar en los próximos meses en Llanes en una entrega igualmente repleta de
alicientes. El recinto ha sido decorado con un bodegón en el que se han
mostrado algunas de las exquisiteces que ya forman parte de la tarjeta de
visita de las distintas Villas Marineras. Un pequeño cóctel de bienvenida ha
dado paso a un festival de sorpresas gustativas que ha desatado los elogios de
todos los congregados.
Las anchoas del Cantábrico han abierto el
baile como inmejorables anfitrionas de un encuentro concebido para exaltar el
disfrute de placeres asequibles al paladar de todos los que recalan en estos
paraísos de identidad inequívocamente marinera. Un tartar del último bonito de
costera ha sostenido esa complicidad con el regusto a mar de unas delicias
realzadas a base de reinterpretarse de dentro hacia fuera sin recurrir a fatuos
alardes de artificialidad. Igual de sublimes han resultado el taco de dorada de
caña de San Vicente con alga wakame, y los calamares con vinagreta de chiles y jugo de fabes rojas. Todo ello
regado con un Viña la Vida de cosecha laredana idóneo en los maridajes con
sabor a mar. En los postres el yogurt con naranja sanguina y aceite, y la tarta
de Ortigueira, han contribuido a sumar adeptos entre los más golosos asistentes
a una cita nacida con vocación de continuidad. Próxima entrega en los mejores
restaurantes de la Asociación de Villas Marineras. Nacidos para enamorar.
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