domingo, 10 de agosto de 2014

Pilar González ‘Barrachina’ y su paseo por las emociones


La mujer del pincel invisible vuelve a sorprender con su nueva exposición en San Vicente de la Barquera, en la que se adentra aún más en un mundo etéreo, ingrávido y repleto de mensajes


Pilar González ‘Barrachina’ ha querido, con más intensidad aún, desvincular sus manos de protagonismo de la forma, para dar paso directo a la acción de las ideas. No se trata de una pintura conceptual ni simbolista; sino de un estilo no catalogable que muestra estados de ánimo.


La pintora resume su gran fuerza interior en las formas del mundo vegetal, que vuelve a usar como fuente de inspiración y comunicación.


John Ruskin, uno de los grandes de la prosa inglesa, escribió: «si sabes dibujar una hoja, sabes dibujar el mundo». Pilar, va más allá, porque lo que realmente pinta son estados de ánimo, una intención que evidencia en títulos como ‘Exaltación’, ‘Tesón’ o ‘A la espera’.


Por caminos distintos, sus cuadros confluyen con esa idea de Malévich sobre la «supremacía de la emoción pura».


En ‘Comprometido’, un abeto, sobre una pradera vacía, bajo un cielo denso que amenaza cataclismo, se ‘compromete’ con seguir existiendo, en continuar con su trozo de vida en el paisaje.


Surgir, asomar, nacer, son los verbos que proliferan en sus cuadros, donde casi oculto o evidente, aparece el brote de una hoja, de un acúleo. En definitiva un brote marcadamente distinto al resto de la planta; un brote que parece decir: «He resurgido del pasado: soy más limpio, más vegetal y más fuerte ».


‘Fotosíntesis’ es otro de los ejemplos donde la planta lánguida, de tristes grises, es capaz de empujar dos hojas jóvenes, nuevas, derechas, que apuntan al cielo oculto del cuadro, pero que ellas invitan a imaginar, porque en sus obras siempre hay más de lo que se ve.


En ‘Estoy a tu lado’ ―un título que va dibujado en el propio cuadro―, la autora madrileña representa otro mensaje de esperanza, sutil y poderoso, con esa otra fuerza de lo que no se puede ver, en el que una mínima hoja verde acompaña al árbol seco. ¡Ay de aquél que solo percibe lo visible!, como decía Pessoa.



La exposición estará abierta hasta el 17 de agosto, en la Torre del Preboste, en San Vicente de la Barquera, todos los días de la semana, de 11 a 14 horas y de 17 a 20 horas.

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