miércoles, 25 de junio de 2014

San Vicente coordina el acomodo de las personas desalojadas por el incendio de ayer


Se trata de 14 vecinos que podrían tardar muchos meses en volver a sus viviendas
El Ayuntamiento de San Vicente de la Barquera está colaborando en la reubicación de los afectados por el incendio que tuvo lugar ayer, en la plaza del Cantón, que ocasionó la destrucción de dos viviendas y un ático.
Reunión
El alcalde, Julián Vélez, y la primera teniente alcalde, Arantxa Garrido Lecue, mantuvieron esta mañana una reunión, en el auditorio municipal, con las personas desalojadas de sus viviendas por causa de este incendio.


Realojados
Todos los afectados están ya realojados en viviendas de familiares y amigos o en establecimientos hoteleros, de forma provisional. En este sentido el Ayuntamiento se ha comprometido a la coordinar las gestiones para que la situación de estas familias sea estable, mediante nuevos alquileres o por la ayuda y colaboración de terceros.
Mucho tiempo para volver
Los vecinos desalojados de sus viviendas podrían tardar muchos meses en volver a ocuparlas, no sólo por la destrucción ocasionada por fuego, sino por las inundaciones provocadas durante las labores de extinción, que han afectado a todos los pisos y a los locales de la planta baja, como el bar ‘El Arenal’, que está precintado, al igual que el resto del edificio.
Sin seguro comunitario
El edificio estaba completamente rehabilitado hacía pocos años, y tenía las conducciones y el tejado nuevo, pero carece de seguro comunitario, al tener una estructura de madera. Los seguros contratados de forma individual por cada vecino litigarán entre sí para determinar responsabilidades, lo cual podría retrasar el inicio de la reconstrucción.


Alta para los intoxicados
Vicente Ruiloba y su hija, los dos vecinos trasladados ayer en ambulancia al hospital de Sierrallana, con síntomas de intoxicación y quemaduras leves, ya han sido dados de alta y se encuentran en San Vicente.
La ventilación aceleró el fuego

Parece que el fuego comenzó en el salón de su casa, mientras que el padre se duchaba y la hija se disponía a salir. Fue ella la que avisó al padre de que «olía a quemado», pero inmediatamente apareció el humo seguido de las llamas. Las ventanas estaban abiertas y la corriente de aire aceleró la voracidad del fuego. Todo fue muy rápido, pero ambos lograron salir, aunque no lograran evitar la intoxicación por los gases y leves quemaduras en el pelo.

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