Se
trata de 14 vecinos que podrían tardar muchos meses en volver a sus viviendas
El Ayuntamiento de San Vicente de la
Barquera está colaborando en la reubicación de los afectados por el incendio
que tuvo lugar ayer, en la plaza del Cantón, que ocasionó la destrucción de dos
viviendas y un ático.
Reunión
El alcalde, Julián Vélez, y la primera
teniente alcalde, Arantxa Garrido Lecue, mantuvieron esta mañana una reunión,
en el auditorio municipal, con las personas desalojadas de sus viviendas por
causa de este incendio.
Realojados
Todos los afectados están ya realojados
en viviendas de familiares y amigos o en establecimientos hoteleros, de forma
provisional. En este sentido el Ayuntamiento se ha comprometido a la coordinar
las gestiones para que la situación de estas familias sea estable, mediante nuevos
alquileres o por la ayuda y colaboración de terceros.
Mucho
tiempo para volver
Los vecinos desalojados de sus viviendas
podrían tardar muchos meses en volver a ocuparlas, no sólo por la destrucción ocasionada
por fuego, sino por las inundaciones provocadas durante las labores de
extinción, que han afectado a todos los pisos y a los locales de la planta
baja, como el bar ‘El Arenal’, que está precintado, al igual que el resto del
edificio.
Sin
seguro comunitario
El edificio estaba completamente
rehabilitado hacía pocos años, y tenía las conducciones y el tejado nuevo, pero
carece de seguro comunitario, al tener una estructura de madera. Los seguros
contratados de forma individual por cada vecino litigarán entre sí para
determinar responsabilidades, lo cual podría retrasar el inicio de la
reconstrucción.
Alta
para los intoxicados
Vicente Ruiloba y su hija, los dos
vecinos trasladados ayer en ambulancia al hospital de Sierrallana, con síntomas
de intoxicación y quemaduras leves, ya han sido dados de alta y se encuentran
en San Vicente.
La
ventilación aceleró el fuego
Parece que el fuego comenzó en el salón de
su casa, mientras que el padre se duchaba y la hija se disponía a salir. Fue ella
la que avisó al padre de que «olía a quemado», pero inmediatamente apareció el
humo seguido de las llamas. Las ventanas estaban abiertas y la corriente de
aire aceleró la voracidad del fuego. Todo fue muy rápido, pero ambos lograron
salir, aunque no lograran evitar la intoxicación por los gases y leves
quemaduras en el pelo.
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