Ayudan
a un comedor para niños en Nuevo Chimbote y a una misión en Hanjai
La Asociación Cultural Mujeres de La
Revilla Solidarias organizó hoy la feria del libro usado, con la que colabora
el Ayuntamiento de San Vicente.
Amparo Noriega es la responsable de esta
feria, que cumple su séptima edición. Explica
que los libros se recogen durante todo el año, y provienen de personas que
quieren contribuir con esta feria solidaria, o de otras que hacen limpieza y
los dejan en la asociación, en la biblioteca municipal o incluso en la Policía
Municipal. «Se va corriendo la voz y son muchos los que cooperan esta
iniciativa», afirma.
Un tercio del dinero recaudado en esta
feria se envía al poblado de Nuevo Chimbote, en uno de los nueve distritos de
la provincia de Santa, en Perú, donde se contribuye a la alimentación de 60
niños.
El párroco de La Revilla, Santiago
Olmeda, envía todos los meses 1.000 euros a este poblado peruano, para educar y
dar de comer a estos menores, que son seleccionados entre los más pobres, a
razón de 50 céntimos por niño y día. El programa exige la condición de que aprueben
todas las asignaturas. En esta iniciativa solidaria colaboran las parroquias de
La Revilla, Lamadrid, Caviedes y El Tejo.
Las madres son las encargadas de comprar
la comida y elaboran los guisos, a base de verduras, pollo y carne. Ellas han
mejorado la apariencia del comedor, antes de cañizo, dotándolo de una
estructura más sólida. La comida que sobra se vende en pucheros de 50 céntimos,
ya que también funciona como un comedor público.
Otra parte se destina a imprevistos, en
una partida denominada ‘últimas necesidades’ y la tercera parte a una misión en
Hanjai [Corazón Valiente], una pequeña población de la provincia de Udon Thani,
al norte de Tailandia.
Esta misión fue fundada por el sacerdote
cántabro Vicente Gutiérrez, en una localidad ubicada en la selva, donde el
sueldo medio es de es de 1.000 bath
(25 euros) al mes y las necesidades materiales en esta localidad son muy altas.
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