domingo, 27 de abril de 2014

«Una persona inteligente supera una derrota, pero un idiota jamás supera una victoria»

La educación en valores deportivos en el auditorio municipal
Joaquín Díaz ‘Quinichi’, psicólogo especialista en temas deportivos, ha ofrecido una charla coloquio con dos temáticas, una titulada ‘El papel de los padres y del entrenador en el deporte’ y otra ‘Entrenamiento metal en el deporte’.
Esta charla formó parte de la clausura del I Campus Voleibol Villa de San Vicente y de la entrega de diplomas a los participantes en dicho campus, en un acto que tuvo lugar en el auditorio municipal, el viernes pasado.
Los receptores esta iniciativa ha sido el amplio conjunto integrado por padres de jugadores, entrenadores, educadores, árbitros y los propios jugadores de cualquier competición deportiva.
El deporte es «neutro»
Díaz señaló que existe una idea equivocada acerca de la práctica deportiva, al considerarla siempre como una actividad buena para la mente y el cuerpo. En concreto, aseguró que el deporte «no es ni bueno ni malo, sino una actividad neutra», que será positiva si se hace bien y saludable si se practica de una forma apropiada.
El conferenciante subrayó «la importancia de la práctica deportiva en la formación de los niños», y animó en la continuidad de su práctica, ya que un 70 por ciento abandona el deporte a partir de los 16 años.


Analizó las causas de estos abandonos, como es el aburrimiento, la falta de tiempo, o la dedicación a cosas más agradables. «A partir de esta edad cambian las prioridades, y el deporte pasa a un segundo lugar o desaparece», afirmó.
Díaz insistió en los errores frecuentes de los padres, en la forma de afrontar la práctica deportiva de sus hijos. En especial, la obsesión de que se conviertan en grandes deportivas, lo cual a la larga representa una frustración y un fracaso para padres e hijos, lejos de una actividad positiva.
Debemos preguntar «¿Cómo te los has pasado, y no ¿cómo has quedado?», para así dar más importancia a la madurez y desarrollo del niño que a la victoria o derrota en un partido.
Censuró que los padres presionen a los entrenadores para que sus hijos tengan más protagonismo en el equipo, y también que se insulte a los árbitros, porque es un aprendizaje muy negativo para los jugadores. «Los árbitros son la ley, y garantizan que todos jueguen en igualdad de condiciones», recordó.
También criticó que algunos padres castiguen a sus hijos por tener malas notas, y no les lleven a entrenar o a disputar los partidos, porque el jugador «debe cumplir con sus compañeros y con su club; no hay que castigar, sino formar».

Díaz proyectó una película en la que se resaltaban los defectos habituales de los padres, como son su forma de presionar a los hijos para llegar a ser una figura en el deporte. El cortometraje fue seguido por un público integrado por padres, jugadores, entrenadores y árbitros.
Insistió en que el deporte tiene que traducirse en una «educación en valores» y animó a los entrenadores a ser «buenos comunicadores».
Subrayó que lo importante es «cómo se hacen las cosas y no lo que se consigue con ellas» y alentó al juego limpio en todos los sentidos.  

Finalizó el coloquio con la frase: «Una persona inteligente supera una derrota, pero un idiota jamás supera una victoria», y recordó que todos «de jóvenes aprendemos y de mayores comprendemos».

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