domingo, 20 de abril de 2014

La Folía inicia su trilogía


La Virgen, vestida de negro, camina junto a los muelles, cruza el puente que lleva su nombre, iluminada por las antorchas de los peregrinos, las farolas sobre el agua y las luces de fuego del castillo

Devoción y tradición se unen cada año en San Vicente de la Barquera, durante la celebración de La Folía, en honor de su patrona, la Virgen de la Barquera.
Esta fiesta es una de las más importantes de la villa marinera, atrae miles de visitantes y está declarada de Interés Turístico Nacional. La trasmisión oral cuenta que en tiempo inmemorial la imagen de la Virgen llegó a la ría en una pequeña barca sin remos, sin timón, ni tripulante. La Folía conmemora desde entonces esta aparición.
El rito religioso está construido en torno al peregrinaje de la Virgen desde su santuario, en la entrada de la ría, hasta la iglesia de Santa María de los Ángeles, situada en lo más alto de la atalaya del pueblo, y su posterior regreso al santuario, parte del cual se realiza por mar.



Protagonismo joven
La Folía es una fiesta antigua, muy arraigada en las raíces de la villa, y que tiene forma de trilogía. La mayoría de los vecinos participan como actores o espectadores en ella, y los jóvenes son los principales protagonistas, asumen las labores más activas y mantienen vivas las tradiciones aprendidas.
Procesión de las antorchas
Este fin de semana los barquereños han mostrado su respeto y devoción al acompañar a la Virgen en el primer tramo de esta trilogía, desde su santuario hasta la capilla de las religiosas de Cristo rey.
La Virgen, vestida de negro, camina junto a los muelles, cruza el puente que lleva su nombre, iluminada por las antorchas de los peregrinos, las farolas sobre el agua y las luces de fuego del castillo.


La ciudad medieval contempla atenta su paso lento. Creyentes y escépticos se unen en la belleza de este ritmo mágico. La atmósfera meditativa se refuerza con los tonos naranjas del atardecer. Los barcos encienden los focos y suenan sus sirenas, mientras la banda de tambores y cornetas anuncia la proximidad de los ángeles, y la hilera zigzagueante de antorchas escribe signos para más allá de las nubes.
La Virgen sube después por las aristas de las calles antiguas y empinadas, hasta la puerta de las Hijas de la Caridad, donde el canto de la salve marinera une las emociones, y surge con la fuerza de la espontaneidad, en la seguridad de que su oración es escuchada.



El Santo Encuentro
La segunda parte de la trilogía tuvo lugar hoy, en esta mañana de Pascua, cuando la Virgen, vestida de blanco, se reúne con su Hijo resucitado, en la procesión del Santo Encuentro, y prosiguen juntos el camino hasta la iglesia de Santa María de los Ángeles.
Después de la procesión tiene lugar la tradicional actuación de las picayas, con sus cantos religiosos.
La Folía

Tendrá lugar el próximo 4 de mayo, y constituirá el tercer evento de esta trilogía religiosa, que se compone de dos multitudinarias procesiones, una terrestre y otra marítima, en las que prácticamente participa todo el pueblo, junto con miles de visitantes.

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