martes, 1 de abril de 2014

Juan Antonio González Fuentes presenta sus haikus ‘sin’


‘Monedas sueltas’
El escritor Juan Antonio González Fuentes fabrica su propia contracultura en ‘Monedas sueltas’ (Huerga y  Fierro. Madrid, 2014), un libro de poemas, con forma de trilogía, que recoge 75 haikus occidentalizados, en los que el autor rompe adrede la disciplina conceptual, métrica y temática de un haiku clásico.
Este poemario, presentado ayer en San Vicente de la Barquera en el espacio cultural ‘Encuentros literarios’, recopila tres libros, escritos entre 2010 y 2013, cuyos títulos definen su objetivo trasgresor: ‘Haikus sin orden’, ‘Haikus sin nombre’ y ‘Haikus sin estación’.
El escritor es un teórico de la literatura y perfecto conocedor de su academia, de ahí que sus haikus pueda manipularlos semánticamente, para que resulten casi ininteligibles, pero con el claro objetivo de obligar al lector a descifrar su significado, su mensaje encriptado, su reflexión oculta.
González Fuentes se define admirador de Pollock, y en cierto modo pretende un desorden organizado de las palabras, que caen como ‘monedas sueltas’ en el papel. La seducción que emana del automatismo de Bretón, de la dodecafonía de Schönberg, o de la abstracción de Kandinsky, marcan metas en su escritura. El mundo evoluciona, y con él la sociedad y los sucesos que ésta produce; por eso es necesario el empleo de lenguajes distintos, que resuelvan situaciones nuevas. «¿Cómo aludir a un campo de exterminio con música tonal de Mozart?, pregunta el autor.
El escritor ha cambiado la norma en ‘Monedas sueltas’, porque cuando la literatura convencional no sirve para expresar lo que pasa «surge un arte nuevo, como sucedió con el ‘Ulises’ de Joyce».
El nuevo libro de González Fuentes tuvo su particular etiología en una pequeña iglesia del XVIII, en medio de Manhattan, rodeado de abismos de hormigón y velocidad, en el jardín de un cementerio anglicano.
  ‘Monedas sueltas’ es un interesante trabajo que se plantea innovador, y que en su propia ruptura con la regla no cifra prohibiciones para bellezas clásicas de tres versos, de cinco, más siete, más cinco sílabas, con haikus como «La piel es hilo / con el que el tiempo cose / en los espejos».
Quizá detrás de sus haikus haya más de lo que quiso escribir, y los significados se extienden a una mayor profundidad.
Es posible, que al principio de ellos, esté escrito un invisible ad libitum que los libere del guión preestablecido de su vida como palabras.
Será tal vez que ha abierto la puerta a una abstracción que decide ahora su propia semántica, y es capaz de mimetizarse, con la secreta búsqueda del lector.
O más bien podría suceder que sus haikus están vivos, y nos miran y nos leen, porque saben que nosotros somos sus versos…
Erudito
El profesor Luis Alberto Salcines, en la presentación del acto, definió al escritor como un «devorador del libros», dedicado a la literatura, y en especial, a la poesía y al ensayo, además de un gran conocedor de la ópera y un erudito del cine clásico, en versión original.

Salcines calificó su poesía como «dura, difícil y granítica», aunque matizó que detrás de esa oscuridad «hay una luz». El profesor habló sobre los haikus, de su forma y espacio en la literatura universal, y finalizó su introducción con unas líneas emotivas, al referirse al escritor «como el hermano que no tengo».
Encuentros literarios

 Es un espacio cultural impulsado y coordinado por el profesor Luis Salcines, y organizado conjuntamente por la biblioteca municipal, el taller de escritura y el club de lectura de San Vicente de Barquera, que lo crearon en 2009. Su finalidad es poner en contacto a los escritores con los lectores, estableciendo entre ellos una conexión que muestre lo que hay detrás de las obras y la forma en la que éstas se generan.

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