‘Monedas sueltas’
El escritor Juan Antonio González
Fuentes fabrica su propia contracultura en ‘Monedas sueltas’ (Huerga y Fierro. Madrid, 2014), un libro de poemas,
con forma de trilogía, que recoge 75 haikus occidentalizados, en los que el
autor rompe adrede la disciplina conceptual, métrica y temática de un haiku
clásico.
Este poemario, presentado ayer en San
Vicente de la Barquera en el espacio cultural ‘Encuentros literarios’, recopila
tres libros, escritos entre 2010 y 2013, cuyos títulos definen su objetivo
trasgresor: ‘Haikus sin orden’, ‘Haikus sin nombre’ y ‘Haikus sin estación’.
El escritor es un teórico de la
literatura y perfecto conocedor de su academia, de ahí que sus haikus pueda
manipularlos semánticamente, para que resulten casi ininteligibles, pero con el
claro objetivo de obligar al lector a descifrar su significado, su mensaje
encriptado, su reflexión oculta.
González Fuentes se define admirador de
Pollock, y en cierto modo pretende un desorden organizado de las palabras, que
caen como ‘monedas sueltas’ en el papel. La seducción que emana del automatismo
de Bretón, de la dodecafonía de Schönberg, o de la abstracción de Kandinsky,
marcan metas en su escritura. El mundo evoluciona, y con él la sociedad y los
sucesos que ésta produce; por eso es necesario el empleo de lenguajes
distintos, que resuelvan situaciones nuevas. «¿Cómo aludir a un campo de
exterminio con música tonal de Mozart?, pregunta el autor.
El escritor ha cambiado la norma en
‘Monedas sueltas’, porque cuando la literatura convencional no sirve para
expresar lo que pasa «surge un arte nuevo, como sucedió con el ‘Ulises’ de
Joyce».
El nuevo libro de González Fuentes tuvo su particular etiología en una pequeña iglesia del
XVIII, en medio de Manhattan, rodeado de abismos de hormigón y velocidad, en el
jardín de un cementerio anglicano.
‘Monedas
sueltas’ es un interesante trabajo que se plantea innovador, y que en su propia
ruptura con la regla no cifra prohibiciones para bellezas clásicas de tres
versos, de cinco, más siete, más cinco sílabas, con haikus como «La piel es
hilo / con el que el tiempo cose / en los espejos».
Quizá detrás de sus haikus haya más de
lo que quiso escribir, y los significados se extienden a una mayor profundidad.
Es posible, que al principio de ellos,
esté escrito un invisible ad libitum que los libere del guión preestablecido de
su vida como palabras.
Será tal vez que ha abierto la puerta a
una abstracción que decide ahora su propia semántica, y es capaz de
mimetizarse, con la secreta búsqueda del lector.
O más bien podría suceder que sus haikus
están vivos, y nos miran y nos leen, porque saben que nosotros somos sus versos…
Erudito
El profesor Luis Alberto Salcines, en la
presentación del acto, definió al escritor como un «devorador del libros»,
dedicado a la literatura, y en especial, a la poesía y al ensayo, además de un
gran conocedor de la ópera y un erudito del cine clásico, en versión original.
Salcines calificó su poesía como «dura,
difícil y granítica», aunque matizó que detrás de esa oscuridad «hay una luz».
El profesor habló sobre los haikus, de su forma y espacio en la literatura universal,
y finalizó su introducción con unas líneas emotivas, al referirse al escritor
«como el hermano que no tengo».
Encuentros
literarios
Es un espacio cultural impulsado y coordinado
por el profesor Luis Salcines, y organizado conjuntamente por la biblioteca
municipal, el taller de escritura y el club de lectura de San Vicente de
Barquera, que lo crearon en 2009. Su finalidad es poner en contacto a los
escritores con los lectores, estableciendo entre ellos una conexión que muestre
lo que hay detrás de las obras y la forma en la que éstas se generan.
No hay comentarios:
Publicar un comentario