Los
escolares de este municipio, junto con otros de Santander, como el centro
Ampros, han iniciado sus visitas al belén instalado en la oficina de turismo de
la villa, obra de Natividad Alonso y Mario Hortigüela.
Ayer
fue el turno de los escolares del colegio público Cristo Rey, que acudió con
sus tres niveles de Primaria, para conocer el belén y tomar notas sobre su
fabricación.
Natividad
Alonso explicó que estaba construido con poliestireno, escayola, y también
madera de balsa, entre otros materiales. Las plantas son naturales y los
árboles están formados por elementos biológicos. Los edificios se han
construido a partir de modelos reales de la arquitectura judía, y un río de
agua natural fluye a través del belén.
Los
escolares de Cristo Rey acudieron con cuadernos y lápices para anotar las
características del Nacimiento, los edificios que lo rodean, los artesanos o
los animales, y estuvieron muy atentos para escuchar las explicaciones de
Natividad y las profesoras para captar mejor los detalles.
Los
dos ratones medio escondidos en la carpintería y en la herrería llamaron su
atención, así como la monumentalidad del belén.
Sus
autores han dedicado 11 meses a construirlo y dos semanas para montarlo, lo
cual da una idea de la minuciosidad con la que está construido.
El
conjunto resalta los elementos que definen los belenes, como el Nacimiento, los
Reyes Magos y el castillo de Herodes, pero su particularidad reside en la
reconstrucción ideal de la aldea de Belén, con el semblante tradicional de
edificios judíos y cristianos. Los autores han tenido en cuenta que la
tradición combina ambas culturas, al tratarse de un lugar que tiene significado
religioso para cristianos y judíos, por haber nacido allí Jesús de Nazaret y el
rey David.
De
esta forma se dispone una plaza típica de mercado, el ambiente de la calle
principal en torno al pozo, la herrería, la carpintería, el taller del
ceramista, el horno del panadero o la casa del matarife. Los habitantes
trabajan tejiendo y moldeando, pasean, transportan mercancías, y acuden al
Portal. Los huertos y rebaños en las afueras, junto con los montes de Judea,
completan el escenario. El detalle y la miniatura están muy cuidados, como las
herramientas del carpintero y las virutas que caen al cuelo tras el cepillado
de la madera.
FOTO:
Alumnos de Primaria con sus profesoras y la autora del belén, en el centro.
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