En alta mar / Slawomir Mrozek

La lucha contra la hipocresía social de ‘En alta mar’

Slawomir Mrozek reflejó con maestría su humor surrealista ‘En alta mar’, una obra teatral que estrenó en Lublin (Polonia), en junio de 1961, y que se puede considerar como uno de los ejemplos del ‘teatro del absurdo’.
Fue precisamente en ese año, 1961, cuando Martin Esslin escribió ‘El teatro del absurdo’, un libro que fue muy influyente en esa década y en el que presentó a autores como Beckett, Ionesco, Genet o Adamov.
El teatro del absurdo fue una excelente herramienta, en esa década de revolución cultural en Europa y Estados Unidos, para mostrar la protesta de muchos disidentes contra el sistema, pero sin abandonar la vanguardia de un lenguaje para la élite. La incoherencia y lo ilógico en unas tramas sin significado son los recursos habituales de este género.

 

Mrozek cuestionaba en sus obras a la sociedad en general y al hombre, como hacían los autores existencialistas, pero sobre todo era crítico con el autoritarismo.
‘En alta mar’, representada el pasado viernes en el auditorio municipal de San Vicente de la Barquera, Mrozek pone de manifiesto su repulsa contra los sistemas totalitarios y su escepticismo sobre las democracias manipuladas. Padeció las invasiones de los nazis y de los bolcheviques, y las represiones posteriores del KGB. Como buen polaco fue un luchador contra cualquier autoridad, incluso la católica.
La Machina Teatro, con la dirección de Francisco Valcarce, ha resuelto con gran profesionalidad la puesta en escena de esta obra, nada común, y perteneciente a un género de muy difícil interpretación.

Patricia Cercas, Fernando Madrazo, Rita Cofiño y Luis Oyarbide son los actores encargados de transmitirnos el pensamiento del dramaturgo polaco, fallecido recientemente en Niza, el pasado 13 de agosto de este mismo año.
Los cuatro surgen de la oscuridad de un naufragio, y se desnudan en el propio escenario, para vestirse con las ropas elegantes del mundo hipócrita del que proceden. Descalzos, sobre una almadía encharcada, reviven los defectos de una sociedad enferma de falsedad, en la que unos buscan el dominio sobre los otros, para la satisfacción de sus deseos.
La Machina Teatro recibió el Premio al Mejor Espectáculo Revelación en 2012. Los actores y la realización en general, en San Vicente de la Barquera, el pasado viernes, fueron excepcionales.
‘En alta mar’ es una de las obras programadas en el II Circuito Cántabro de Artes Escénicas. Se trata de un proyecto artístico itinerante, puesto en marcha por la Consejería de Educación, Cultura y Deporte del Gobierno de Cantabria.