El debate sobre este tema se suscitó
a raíz de una moción presentada por el grupo socialista, en la que se planteaba
al Gobierno de Cantabria que instara al Ministerio de Sanidad a «derogar de
forma inmediata las condiciones de financiación de medicamentos» incluidos en
la prestación del Sistema Nacional de Salud, mediante una aportación del
usuario.
La primera teniente de alcalde y
concejala de Hacienda, Arantxa Garrido Lecue, argumentó que la decisión del
Gobierno de España era en realidad una «medida de equidad», ya que restablecía la
igualdad de todos los ciudadanos frente al copago de los medicamentos.
«Hasta ahora el copago recaía
exclusivamente en los fármacos que se dispensaban en las farmacias», lo cual
contravenía el principio de igualdad, ya que los hospitales dispensaban de
forma gratuita los medicamentos que los pacientes consumían en sus domicilios, «con
esta medida se reparten los mismos derechos para todos», añadió.
La concejala explicó también que los
medicamentos para las personas hospitalizadas o aquellos inherentes a
tratamientos especiales, como la quimioterapia o los antirretrovirales contra
el VHI siguen siendo gratuitos.
Por otra parte, señaló que se amplía
la lista de medicamentos de aportación reducida, y que en cualquier caso se
pagará como máximo del 10% del medicamento, y que no superará el precio total de 4,20 euros».
La moción socialista fue rechazada
con los siete votos en contra del Partido Popular, los dos votos en blanco del
PRC, y los dos a favor del PSOE.
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