Marta López Mazorra y Jezabel Acha muestran su repertorio de timbres e intensidades en esta obra infantil
Un gran pathwork paisajístico con
praderas, valles, ríos y acantilados, forma parte esencial de la escenografía
de ‘El gato con botas’, según la versión teatralizada creada por Arte en
Escena, con la que los niños de San Vicente disfrutaron la tarde del domingo.
Marta López Mazorra volvió a demostrar
en esta villa su capacidad para dar vida a personajes imaginarios, a partir de
las voces que se inventa. Al igual que otros son pintores, ceramistas o
músicos, ella es una creadora de timbres humanos.
Sin estridencia, sin overdressing ni
histrionismo… El ogro fue ogro y el gato fue listo; la princesa se estremeció
de ilusión, y el campesino se convirtió en marqués de Carabás. Las voces que
ella imaginaba vivieron en los muñecos multicolores, establecieron diálogos, y
pasaban de unos a otros con el mismo fácil swing que un remo en el agua.
Los niños no perdieron detalle de este
encantador gato con botas, narrado por una maestra de la dicción, vestida de
hada, que logró hacer creer a los pequeños que los muñecos movían sus labios de
trapo.
Jezabel Acha es la otra mitad de esta
obra infantil, con su violín que pinta las atmósferas de cada situación, y que
también sabe meterse en el crisol de la fabricación de otros sonidos guturales.
Sorprende su intensidad, participando de cada escena como si fuera la primera
vez, y transmitiendo ese aire de novedad, como anticipo a una nueva sorpresa.
Con ella ‘El gato con botas’ de Arte en Escena es siempre un estreno.
El pathwork sobre el que se desarrolla
el cuento es de textura suave, con detalles minuciosos y un colorido alegre, de
aspecto cariñoso y comestible, y con toques de hadas para los niños.
López Mazorra señala que esta creación
«transporta a un mundo de fantasía lleno de valores», y subraya que el mensaje
de este gato que habla consiste en dar la oportunidad a alguien de ayudarnos «porque
puede ser la clave de nuestra vida para prosperar».
Arte en Escena ha construido aquí un
lenguaje visual y musical, con una escenografía envolvente, «para introducir a
los niños y jóvenes de todas las edades en la literatura europea, de una forma
lúdica y distendida», añade.
Arte en Escena retornó así, con este
espectáculo para los más pequeños, al auditorio municipal de San Vicente, donde
ya estuvo en noviembre con ‘Mordiendo la manzana’.
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